Carla Royo-Villanova es una mujer actual, emprendedora y empresaria de éxito que brilla con luz propia. Ha dejado atrás su fama en el papel couché al contraer matrimonio con el príncipe Kubrat de Bugaria (hijo de Simeón de Bulgaria) y hoy se la conoce por su intensa actividad profesional; escribe sobre viajes, moda, es autora de varios libros y desde hace ya doce años dirige su propia firma de cosméticos: “Carla Bulgaria Roses Beauty”.
Madre de tres hijos adolescentes: Mirko, Lucas y Tirso, es capaz de compaginar su dedicación a la familia con una intensa agenda; acaba de crear para esta primavera-verano 2020 una serie de productos cosméticos bajo el nombre de “Mojito”.
1.- ¿ Cómo surgió tu proyecto Carla Bulgaria Roses Beauty?
Después de viajar a Bulgaria y descubrir la cosmética que allí elaboran con el agua de rosa damascena, que crece en el valle de las rosas de Bulgaria, conocí las fabulosas propiedades que esta agua de rosas tiene para la piel.
En España en el año 2003 no había ningún producto basado en ese agua, o con un contenido importante de agua de rosa damascena. Digamos que mi piel se enamoró de ese ingrediente natural tan maravilloso y decidí traerlo a mi país. Trabajo con unos laboratorios en el valle de las rosas.
La fidelidad de los clientes es la mayor alegría que este proyecto me ha dado, me gusta visitar con frecuencia los puntos de distribución de nuestras cremas, creo que el trato personal cercano es muy importante.
2.- Empresaria, viajera apasionada y madre de familia numerosa, ¿ Cómo haces compatible tu vida profesional con tu vida familiar?
Compaginar familia y trabajo fue más complicado cuando mis hijos eran pequeños pero ahora que son universitarios es mucho más fácil. El truco es organizarse muy bien y “echarle horas al día”. Además tengo la suerte de tener una familia que me apoya, que entiende lo que hago y que siempre me ha animado a trabajar y nunca me ha reprochado absolutamente nada. Eso ayuda muchísimo a hombres y a mujeres; es fundamental que la familia te apoye.
3.- ¿Cómo has llevado el confinamiento y qué lecciones has aprendido? ¿Te habrá costado especialmente renunciar a tu faceta viajera supongo?
Me ha servido para constatar lo importantísimo que es vivir en libertad. Siempre he sido una gran defensora de la libertad en todos los ámbitos y en este confinamiento he comprobado lo importante que es. No debemos despistarnos; a nuestros abuelos y a nuestros padres les costó muchísimo conseguirla y que debemos procurar que España siga siendo un país libre.
El hecho de no haber podido viajar durante este tiempo y lo que me queda… se ha hecho duro. Yo prácticamente no he pasado más de quince días en casa en los últimos nueve o diez años. Me ha afectado además porque he perdido proyectos y trabajos por todo el mundo, muy bonitos e interesantes, y eso me ha dado mucha pena porque soy una apasionada de mi trabajo y de los viajes. Espero poder retomarlos cuanto antes, así que creo que hay que mirar hacia adelante y confiar en que habrá otros con los que volveré a disfrutar.
4.- ¿Un destino para visitar este verano en España?
Para este verano me gustaría recomendar Castilla y León, la encuentro muy interesante y con opciones para todos los gustos. Propongo adentramos en esta zona de nuestro país para descubrir toda su historia, su misterio, su cultura, su arquitectura, su gastronomía y sus maravillosos paisajes.
5.- ¿En qué te fijas a la hora de elegir una vajilla?
En primer lugar me fijo en la calidad, me parece muy importante. Me gustan los diseños elegantes pero con un punto actual en tonos suaves.
Si Carla fuera alguno de nuestros platos sería “Teak” en su versión blanca. Una vajilla fresca, limpia, elegante, clásica y perteneciente a una de las fábricas más nobles y antiguas de porcelana de Francia. Pero al mismo tiempo una vajilla super actual contemporánea y con mucha personalidad.
Está inspirada en el corte transversal del tronco del árbol de teca, originario de Asia; de países como India, Laos o Tailandia, esos lugares lejanos que Carla, en su faceta más intrépida y aventurera, bien conoce.